El acto de comunicar supone 3
pilares fundamentales EMISOR-MENSAJE-RECEPTOR, Emisor: persona que se encarga
de transmitir una información, Receptor: la persona a quien va dirigido el
mensaje y lo interpreta, Mensaje: objeto de la comunicación, todo esto
desarrollado en un contexto determinado.
A priori es algo realmente sencillo, pero que actualmente se ha vuelto
extraordinariamente complejo.
El emisor no se toma el tiempo necesario
en adaptar el contenido de la información para que esta sea fácilmente comprensible
para el destinatario, suena lógico que un economista no se dirija en términos
técnicos a un grupo de niños, pero también deberíamos evaluar otras características
que no sólo tengan que ver con tecnicismos. Deberíamos preocuparnos por el
grado de sensibilidad de la persona,
creencias, género, profesión, por citar algunas. Sería cuestión de tomarme
algunos minutos previos para evaluar el público objetivo y estar seguros de que
el mismo va a poder ser decodificado en su totalidad.
Por ejemplo, tuve un caso muy
cercano en el cual un constructor le dejó un listado de tareas a un albañil
para que realizara en el correr del día, con todos los detalles y medidas necesarias
para desarrollarlas, debido a que no iba
a poder esperarlo para hacerlo personalmente como todos los días.
Cuando el constructor llega a
realizar los controles pertinentes al final del día se encuentra con que no
habían realizado ninguna tarea, el hombre muy enojado se dirige a su empleado pidiéndole
una explicación ya que todos los días realizaba su trabajo de forma muy eficiente.
Simplemente el albañil no sabía leer, era analfabeto.
Obviamente, es un caso muy
extremo, pero muchas veces nos encontramos con analfabetos en otras áreas de la
vida y no lo tenemos en cuenta a la hora de elaborar el mensaje.
Entonces, en este punto es cuando
se torna realmente complicado, un emisor que no se toma el tiempo para elaborar
el mensaje, un mensaje que no es claro o es imposible de decodificar y un
receptor que no tiene herramientas para interpretar el mismo y que muchas veces
no llega a captar el mensaje completo dado que actualmente no escuchamos lo que
el emisor tiene para decir y en el medio del mensaje interrumpimos, hemos
perdido por completo la capacidad de escuchar. Todo esto en un contexto lleno
de interferencias (llamadas, mensajes de whatsapp, mails, etc).
Por lo tanto, para lograr
conectar nuevamente deberíamos minimizar las interferencias al momento de querer
comunicar algo, asegurarnos que el mensaje fue enviado completo y en términos
comprensibles para mi contraparte, dar tiempo para que el mismo sea interpretado,
y por último, generar un intercambio que nos asegure que el mensaje llegó y se
interpretó correctamente.
Al final de cuentas, comunicar debería
ser poder dar mi opinión con total libertad a personas que piensan distinto y
obtener un beneficio de ese intercambio y abandonar la creencia de que comunicar
es lograr convencer al otro con mis argumentos.
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