viernes, 7 de julio de 2017

En la variedad está el gusto

El ego está continuamente jugándonos malas pasadas, apenas conocemos nuevas personas ya estamos midiendo su inteligencia, viendo cómo se viste o  definiendo su nivel idoneidad respecto a determinados temas. Y ahí, casi sin querer, silenciosamente aparece la necesidad de llamar más la atención que el resto, destacarnos.

En ese momento, es cuando nuestra mente empieza a elucubrar las formas de brillar, esto puede ser siendo el más inteligente (tema absurdamente subjetivo), siendo el más simpático o siendo el más glamoroso (línea muy fina con terminar siendo el más ridículo), por citar algunos. El problema aparece cuando esas estrategias fallan y la única forma que funciona es convertirse en el portador de  la información confidencial, lo que para los latinos se traduce en “el rey del chisme”.

El rey del chisme se hace presente en cualquier círculo, se podría definir en la época 2.0 como el  autor de los grupos de whatsapp paralelos con el fin de  criticar a los participantes del grupo original, es ese que inicia esos rumores descabellados de affaire que luego se repiten tantas veces que terminan convirtiéndose en un hecho consumado.

Y así van felices por la vida porque lograron llamar la atención de toda una mesa con soltar ese chisme que ni siquiera es real, pero que mágicamente logra plantar la semilla de la duda en los presentes y comienza a crecer como bola de nieve y es ahí cuando “el rey del chisme” logra su cometido, trasciende.

Debería ser obligación de todos ignorar este tipo de actitud en vez de premiarla, debido a que los diversos círculos a los cuales pertenecemos deben  cuidarse mucho para evitar conflictos entre las partes o desgastes en la relación, debemos  alimentar nuestros vínculos con acciones positivas. Además, que nunca sabemos cuánto falta para convertirnos  en  la próxima víctima que este espécimen se cobrará.


En general, deberíamos llenarnos de relaciones basadas en la transparencia, en las afinidades naturales, de aquellos grupos de personas que valoran que en la variedad está el gusto y sencillamente dejan el Ego de lado para simplemente disfrutar de la compañía. 

jueves, 6 de julio de 2017

Siéntate en la puerta de tu casa y verás el cadáver de tu enemigo pasar…


El otro día vi publicado en redes sociales la siguiente frase: “Siéntate en la puerta de tu casa y verás el cadáver de tu enemigo pasar…” en señal de regocijo por ver que la vida trató a alguna persona de la misma forma que ella lo hiciera con nosotros.

La verdad que en ese momento sentí mucha lástima y no por el cadáver, sino porque la otra persona  que se mantuvo “en su casa esperando” atada al rencor de una situación pasada.

¿No sería mucho más sano perdonar, soltar y seguir con nuestra vida…?

Tal vez, esa situación realmente nos tenía que suceder para que realizáramos un cambio de rumbo y simplemente lo que sucedió fue que nos cruzamos con un mensajero  que nos pegó la cachetada certera que nos impulsó a fijar la mirada en otra parte. Y en vez de prestar atención hacia ese nuevo horizonte,  somos tan tercos que enfocamos la energía en el mensajero y descargamos ahí todo tipo de frustraciones.

Creo que lo más sano sería liberarnos de la mochila y dejar que el karma o la justicia divina hagan lo suyo, porque el rencor que guardamos por otras personas nos va envenenando por dentro y lo más triste es que el otro ni se entera.

Hay que perdonar  en el sentido más liberador del concepto, nadie dice que debamos olvidarnos y volvernos mejores amigos y comer perdices… Sino, desbloquear ese dolor, reconocerlo y dejarlo ir para continuar con nuestras vidas más livianos y renovados.

No seas de los que se “sientan a esperar”…, viví la vida siendo de los que “hacen continuamente” y que cada cachetazo que te den sirvan para meditar si estás siguiendo el camino correcto.

“…Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el Cielo también los perdonará a ustedes…”  Evangelio según San Mateo 6, 7-15.


En la variedad está el gusto