El ego está continuamente
jugándonos malas pasadas, apenas conocemos nuevas personas ya estamos midiendo
su inteligencia, viendo cómo se viste o
definiendo su nivel idoneidad respecto a determinados temas. Y ahí, casi
sin querer, silenciosamente aparece la necesidad de llamar más la atención que
el resto, destacarnos.
En ese momento, es cuando nuestra
mente empieza a elucubrar las formas de brillar, esto puede ser siendo el más
inteligente (tema absurdamente subjetivo), siendo el más simpático o siendo el
más glamoroso (línea muy fina con terminar siendo el más ridículo), por citar
algunos. El problema aparece cuando esas estrategias fallan y la única forma
que funciona es convertirse en el portador de la información confidencial, lo que para los
latinos se traduce en “el rey del chisme”.
El rey del chisme se hace
presente en cualquier círculo, se podría definir en la época 2.0 como el autor de los grupos de whatsapp paralelos con
el fin de criticar a los participantes
del grupo original, es ese que inicia esos rumores descabellados de affaire que
luego se repiten tantas veces que terminan convirtiéndose en un hecho
consumado.
Y así van felices por la vida porque
lograron llamar la atención de toda una mesa con soltar ese chisme que ni
siquiera es real, pero que mágicamente logra plantar la semilla de la duda en
los presentes y comienza a crecer como bola de nieve y es ahí cuando “el rey
del chisme” logra su cometido, trasciende.
Debería ser obligación de todos ignorar
este tipo de actitud en vez de premiarla, debido a que los diversos círculos a
los cuales pertenecemos deben cuidarse
mucho para evitar conflictos entre las partes o desgastes en la relación,
debemos alimentar nuestros vínculos con
acciones positivas. Además, que nunca sabemos cuánto falta para convertirnos en la
próxima víctima que este espécimen se cobrará.
En general, deberíamos llenarnos
de relaciones basadas en la transparencia, en las afinidades naturales, de
aquellos grupos de personas que valoran que en la variedad está el gusto y
sencillamente dejan el Ego de lado para simplemente disfrutar de la compañía.